"Todo hombre, por bondadoso que sea, tiene que vulnerar una o varias veces en su vida las bellas virtudes de la pieded filial y la gratitud. Tiene que dar alguna vez el paso que le desliga de sus padres y de sus maestros y sentir algo de la dureza de la soledad, aunque en su mayoría no puedan soportarla mucho tiempo y vuelvan pronto a someterse. De mis padres y de su mundo familiar, de mundo "luminoso" de mi bella infancia, no me había yo separado con violenta lucha, sino en un paulatino alejamiento pausado y casi imperceptible. Esta separación me apenaba y me procuraba, a veces, horas muy amargas en mis visitas al hogar; pero su dolor no penetraba verdaderamente hasta mi corazón, podía soportarlo.
Muy distinto es cuando nuestra veneración y nuestro cariño
son ajenos a todo hábito
y corresponden a una pura inclinación personal,
cuando de todo corazón hemos sido el amigo o el discípulo.
En estos casos, es un instante amargo y terrible aquél en que vislumbramos de repente que la corriente dominante en nosotros quiere apartarnos de la persona querida.
Cada uno de los pensamientos que rechazan al amigo o al maestro se vuelve entonces, con aguijón envenenado, contra nuestro propio corazón, y cada uno de los golpes que asestamos nos hiere, de retorno, en el rostro."
*HERMANN HESSE.
Me gustan mucho éstos párrafos, y como es un libro que tengo bastante a mano, lo leo y lo vuelvo a leer siempre.
Qué capacidad la de éste hombre de transcribir tan bien sensaciones. Tan detallada y hermosamente.
Hace tiempo que quiero postearlo, se podría aplicar hoy al próximo día del amigo.. A los cuales elijo, quiero, valoro y respeto (muchas, varias muchas veces más, que a mi propia familia).
Anticipado pero bué..
*Lindo día para todos.